DESIERTO FRÍO
Se encuentra en las zonas del Polo Norte y
también es un ecosistema propio del sur de la Antártida.
Se caracteriza por tener temperaturas muy
bajas. En muchos lugares no se alcanzan valores por encima de los 0º C ni
siquiera en verano. Al ser ecosistemas con temperaturas extremadamente frías el
suelo permanece completamente helado durante todo el año y, por eso, hay tan
poca vegetación.
En las zonas polares, verano e invierno
duran seis meses. Las precipitaciones son muy escasas, apareciendo las
mismas en forma de nieve. De hecho, las precipitaciones anuales son inferiores
a los 250 ml.
La flora es casi inexistente debido a las
bajas temperaturas y al estar el suelo congelado casi en su totalidad. Las
formas de vida son muy simples y escasas. Aun así, podemos encontrar algas
terrestres, líquenes, musgos, pasto antártico, clavel antártico y
hepáticas. En los lugares menos extremos aparecen también algunas
herbáceas.
En el desierto polar habitan seres vivos
que tienen que enfrentarse simultáneamente al frío, a la aridez y a la falta de
recursos, lo que les convierte en uno de los entornos más hostiles y vacíos de
la tierra.
A pesar de todo esto en el desierto frío habitan animales como: los osos polares (en el Polo Norte), los pingüinos (en el polo Sur), el leopardo marino, las focas de Weddell y la ballena de Groenlandia; también hay peces adaptados a vivir a bajas temperaturas en el agua como el bacalao antártico.
A pesar de todo esto en el desierto frío habitan animales como: los osos polares (en el Polo Norte), los pingüinos (en el polo Sur), el leopardo marino, las focas de Weddell y la ballena de Groenlandia; también hay peces adaptados a vivir a bajas temperaturas en el agua como el bacalao antártico.
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